Si hay un mito extendido en la Alta Extremadura es el de La Serrana de la Vera.
Recientemente he recorrido la Ruta de la Serrana entre El Piornal y Garganta la Olla. Y transitando por las solitarias cumbres de la Sierra de Tormantos, entre el Valle del Jerte y La Vera, se entiende la dimensión del mito de una mujer salvaje, primitiva, seductora y cazadora de animales... y de hombres.
Recientemente he recorrido la Ruta de la Serrana entre El Piornal y Garganta la Olla. Y transitando por las solitarias cumbres de la Sierra de Tormantos, entre el Valle del Jerte y La Vera, se entiende la dimensión del mito de una mujer salvaje, primitiva, seductora y cazadora de animales... y de hombres.
Más allá de una simple leyenda es un conjunto de tradiciones de origen ancestral. En las múltiples versiones del mito, la Serrana puede ser una criatura mitad yegua mitad mujer, una fornida pastora y hasta una dama de familia noble.
Desarrollado en infinidad de romances, obras de teatro, novelas y cuentos, tiene su origen en la Edad Media y una supuesta base histórica en el siglo XVI. Entre tanta versión folclórica y literaria, haré mi propio relato...
Una joven de buena familia, de Garganta la Olla o de Plasencia, es seducida y abandonada por un hidalgo de familia noble. Tan humillada se siente que huye a lo más agreste de las sierras de La Vera y Monfragüe. Extremadamente grande, fuerte y ágil, vive en soledad, refugiada en una escondida cueva, alimentándose de lo que caza con una honda o con una ballesta.
En Garganta de la Olla,
legua y media de Plasencia,
habitaba una serrana
alta, rubia y sandunguera
La serrana es cazadora,
la cintura lleva llena
de conejos y perdices,
de tórtolas y aligüeñas
Tanto para vengarse de los hombres, como para satisfacer sus deseos carnales, se dedica a asaltar a viajeros y caminantes de una manera peculiar: Los lleva a su aislada guarida, los invita a una suculenta comida, hace el amor con ellos y luego los asesina. Guarda sus huesos en la cueva o los entierra en un siniestro paraje lleno de cruces de las tumbas de sus víctimas.
Un buen día se
encuentra un serrano (leñador o pastor) al que conduce hasta su refugio con el fin de seducirlo
con música, comida y cama, mostrándole además sus trofeos...
Bebe, serranillo, bebe
Agua de esta calavera
Que puede que algún día
Otros de la tuya beban
Agua de esta calavera
Que puede que algún día
Otros de la tuya beban
Al final el serrano consigue burlarla huyendo por el monte. Aunque la serrana le persigue y le lanza grandes piedras e intenta engañarle para que vuelva...
que pesaba arroba y media,
con el aire que llevaba
le ha tirado la montera
¡Vuelve serranillo,vuelve
y toma tu montera,
que es de paño fino y bueno
y es lástima que se pierda!
Pero el leñador responde a las promesas de la serrana con ocurrentes ironías
que provocan en la mujer un último lamento desesperado:
Por Dios te pido, serrano
Que no descubras mi cueva.
La leyenda es hermosa, especialmente cuando se recorren los parajes donde presuntamente se desarrolla, que son lugares salvajes llenos de topónimos que recuerdan la leyenda (Puerto de la Serrana, Barrera de la Serrana, Cueva de la Serrana, etc.)
Por cierto, para los amantes de las caminatas y del senderismo os pongo el track de la Ruta de la Serrana... http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=70866
Y tened en cuenta que la ruta NO pasa por la supuesta Cueva de la Serrana. Para acceder a la cueva hay que ir por esta otra ruta...
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=329210
Y para terminar, uno de los múltiples romances sobre La Serrana, cantado por el cantautor cacereño Miguel Angel Gómez Naharro (muy recomendable)
Cada vez mas currado, me ha encantado el video del youtube, te metes mas en la historia.
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