Es una zona declarada Monumento Natural que se encuentra a pocos kilómetros de Cáceres capital, junto al pueblo de Malpartida de Cáceres y no es demasiado conocida fuera del ámbito regional. Pero es un lugar verdaderamente único con muchos atractivos...
Por un lado es un precioso y bien conservado paraje natural con varias lagunas permanentes que sirven de refugio a multitud de aves. Se encuentra allí una de las más numerosas colonias de cigüeñas de toda España y la más importante que anida sobre rocas.
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| El tiburón |
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| La horca |
La leyenda dice que los agujeros de la Peña de la Horca servían de soporte para las sogas destinadas a ahorcar en tiempo de los romanos.
Las Peñas del Tesoro no escondían ningun tesoro fabuloso, pero sí unas pequeños exvotos en forma de cabras, relacionados con el culto a la antigua Diosa Ataecina, deidad del renacer, la fertilidad, la naturaleza, la luna, la curación y el mundo subterráneo.
Las lagunas son artificiales, aprovechan los antiquísimos manantiales del lugar y allí funcionaron unos molinos harineros y posteriormente un importante centro pre-industrial de esquileo y lavado de lana, por su situación en la Cañada Real Soriana.
Las curiosas formas de las piedras siempre han ejercido una poderosa atracción sobre
las personas y quizá por ello, como muchos otros enclaves rocosos, ha sido utilizado durante miles de años como necrópolis, santuario y centro espiritual.
Allí están los primeros testimonios de agricultura en Extremadura; Pinturas y grabados desde la Edad del Cobre hasta la Edad del Hierro; un santuario a la diosa lusitana Ataegina; los restos de una población romana y abundantes tumbas antropomorfas supuestamente medievales.
El lugar, mágico sin duda, invita a explorar cada roca en busca de
hallazgos de culturas anteriores que allí dejaron su huella.
Entre los numerosos atractivos de Los Barruecos destaca el reciente descubrimiento de un observatorio solar datado hace 4500 años, en el que los rayos del sol que entran por un agujero de una roca iluminan unas figuras antropomorfas en los equinoccios.
Otro lugar muy muy curioso es una gran piedra caballera hueca, en cuyo interior se halla un diminuto santuario con pinturas rupestres. El acceso es una pequeña grieta entre las piedras y solo las personas poco corpulentas pueden entrar reptando, pero merece la pena experimentar lo que sentían en ese pequeño santuario los habitantes del lugar de la Edad del Cobre, hace 5000 años.
Todo ello conforma un lugar muy especial, indudablemente con un carácter mágico que se ha mantenido a través de los siglos: Las gentes de la zona hablaban de luces extrañas en el lugar (lo llamaban "los colores"), se dice que hubo avistamientos de supuestos OVNIS y en 1990 fue escenario de una multitudinaria reunión de "ufólogos" que pretendían invocar a vistantes del espacio... procedentes de la estrella Tau Ceti, ni más ni menos.
Merece la pena sentarse un buen rato en un cancho (como llaman los extremeños a las peñas de granito). Con la tranquilidad, la calma y el misterio que allí se respira, la mente se evade y viaja a lugares y situaciones que llenan de bienestar cuerpo y alma.
En definitiva un sitio que hay que visitar detenidamente para disfrutar con calma de naturaleza, historia y misterios.
En definitiva un sitio que hay que visitar detenidamente para disfrutar con calma de naturaleza, historia y misterios.





con tu facilidad para describir paisajes y leyendas vuelvo a disfrutar tanto como cuando estuvimos ayí.
ResponderEliminarAriadna
España es un lugar mágico.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Digo y seguiré diciendo siempre que las esculturas de Vostell quedarán muy bien en el interior del museo pero en medio del paraje es un auténtico atentado.
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