No hay casa más misteriosa en Madrid que la llamada Casa de las Siete
Chimeneas (hoy sede del Ministerio de Cultura), ya que bajo su techo
rondan varias leyendas, todas de crímenes, fantasmas y espectros.
Acudí a tan legendario edificio por motivos profesionales, con la esperanza de poder visitarlo por dentro pero resultó una misión imposible, especialmente ahora que guarda en su sótano, además de misterios y fantasmas, un fabuloso tesoro.
Es el único edificio no religioso que queda de esa época en Madrid, levantado en 1577. La leyenda dice que sus 7 chimeneas simbolizan los 7 pecados capitales...
Aunque hay muy distintas versiones, se dice que la casa fue mandada construir en tiempos de Carlos V por el futuro rey Felipe II como escenario de sus amores con una bella joven llamada Elena, hija de un
caballero a las órdenes del rey. Se dice que el propio Felipe II, organizó la boda de Elena con el apuesto capitán Zapata, un héroe de los Tercios. Pero el matrimonio duró poco porque el marido se vio obligado a cumplir
con sus deberes militares y viajó a Flandes, donde murió al poco tiempo
en la batalla de San Quintín. La desconsolada viuda quedó sola en el caserón,
aparentemente desesperada y sumida en los recuerdos del marido, hasta que una mañana
apareció muerta en su lecho en extrañas circunstancias. El pueblo no tardó en relacionar el
prematuro e inesperado fallecimiento, con las periódicas visitas a la
finca del rey Felipe II, quien acudía embozado por las noches.
Curiosamente, el cadáver de Elena desapareció misteriosamente y entonces unos acusaban a su padre, otros decían que está emparedada en algún lugar de la casa, alguno incluso hablaba de una conspiración real... Poco
después, el padre de la desdichada apareció ahorcado de las vigas de la casa. El
rey Felipe ordena una investigación de los sucesos, más por acallar los
rumores que le unían sentimentalmente a la fallecida, que por otra
cosa. La investigación no dio resultado y se mantuvo el misterio acerca de la muerte de Elena.
Desde entonces, a través de los siglos, mucha gente asegura haber visto la figura de una mujer vestida con vaporosos vestidos blancos alumbrándose con una antorcha caminando entre las siete chimeneas que
coronan el tejado de este palacete. Después de recorrer todo el alero
se arrodilla mirando hacia Oriente, hacia la zona del antiguo Alcazar, se da golpes en el pecho y desaparece subitamente...
Pasados los años, esta casa sería el hogar de un viejo acaudalado que volvía rico de las Indias y su
joven esposa de conveniencia, pero la relación se truncó cuando la
misma noche de bodas la joven se quitó la vida. En el sótano del edificio apareció muerta, con un puñal de rico brocado clavado en el pecho y las
arras de la ceremonia, regalo del mismísimo rey, esparcidas por el
suelo a su alrededor.
A partir de entonces, se
dice que todas las noches su fantasma pasea por el sótano de la casa,
tintineando las monedas que el propio rey le regaló, y es que esta mujer también fue amante de Felipe II.
No fueron estas los únicos sucesos truculentos ocurridos en esa casa. En el siglo XVIII era la residencia del Marqués de Esquilache, el ministro más influyente de Carlos III:
En 1766 se produjo una revuelta callejera motivada por el hambre de la población: El famoso Motín de Esquilache. Los madrileños se lanzan a las calles para protestar violentamente con la excusa del recorte de capas y sombreros. Las turbas se dirigen a la Casa de las Siete Chimeneas en busca del Marqués, pero este no se encuentra en el edificio. Un mayordomo les hace frente y cae asesinado a cuchilladas. Desde entonces se dice que se ha visto a un mayordomo paseando por los pasillos que
se encuentran cerca de la puerta de entrada.
Estas apariciones y periódicos sucesos extraños en la casa,
mantuvieron viva la leyenda de casa encantada. Pero el final de la
historia aún estaba por llegar. En el siglo XIX se destinó el inmueble a sede del Banco de Castilla y empezaron las obras de
acondicionamiento. En 1881, la cuadrilla de obreros que trabajaba en el
sótano se topó con un macabro hallazgo bajo el pavimento: Un esqueleto de mujer y unas monedas de
oro del siglo XVI. Las leyendas parecían tener algo de verdad.
Pero no era el único cadáver que esperaba entre las
paredes de la casa: En 1960 en otras obras de reforma se encuentra el
esqueleto de un hombre emparedado entre los ladrillos de un muro.
Para colmo, el sótano de la Casa de las Siete Chimeneas ha sido el lugar elegido para guardar el fabuloso tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 en combate contra los ingleses: Más de 500.000 monedas de oro y plata recuperadas por el Estado español de la empresa americana que las rescató del fondo del mar. El oro y la plata están guardados en los sótanos del edificio entre imponentes medidas de seguridad... y supuestos fantasmas.
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