En el Convento de Santo Domingo el Real de Toledo se halla el cuerpo momificado del infante Sancho de Castilla y Sandoval que falleció en 1370 en la fortaleza de Toro (Zamora) con tan solo 7 años de edad.
Su
padre, el rey Pedro I el Cruel, fue asesinado por su hermanastro
Enrique de Trastámara, que pasó a ocupar su trono. Cuando muere Pedro I,
el infante con solo un año, es trasladado a la fortaleza de Toro
(Zamora) junto a su hermano Diego, donde murió. Siempre se había creido que fue envenenado por orden de su tío para eliminar un posible competidor en la sucesión , aunque el infante Sancho no era el
primogénito de Pedro I, que tuvo varios hijos con tres mujeres y otros
tantos sin reconocer.

Se supone que la infección pulmonar le produjo grandes fiebres que le deshidrataron y que facilitaron el proceso de momificación.
Las monjas del convento le llaman cariñosamente "Sanchito", y le tienen bien cuidado y primorosamente vestido de monaguillo.
Las monjas del convento le llaman cariñosamente "Sanchito", y le tienen bien cuidado y primorosamente vestido de monaguillo.
Incluso parece ser que no ponen demasiados reparos para enseñarlo a las visitas.
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