sábado, 10 de marzo de 2012

Cerro de los Angeles (III) - Cerro Rojo y Guerra Civil

Durante la Guerra Civil se cambió el nombre del Cerro de los Angeles por el de Cerro Rojo.  Aparte del significado político, el nuevo nombre bien podría reflejar la sangre allí derramada durante el conflicto...
En los comienzos de la guerra el Cerro fue tomado por milicianos extremistas que asesinaron allí cruelmente a 5 jóvenes católicos  y destruyeron el monumento al Sagrado Corazón, previo juicio y fusilamiento de Jesucristo: Una de las fotos más difundidas de la Guerra Civil (según algunos, manipulada)
 
A principios de noviembre del 36, el Cerro fue tomado por los nacionales en su avance hacia Madrid.  La línea del frente quedó establecida para toda la guerra muy cerca de allí, en Villaverde.

El 13 de noviembre tiene lugar un fuerte ataque de los republicanos (bautismo de fuego de la XII Brigada Internacional) al Cerro de los Angeles. Resulta ser un caos y una carnicería, con episodios dignos de la guerra del humorista Gila:  Camiones que se pierden y llegan tarde a la batalla... preguntando a los aldeanos: "Oigan ¿ustedes saben donde está la guerra?", unidades que confunden el lugar del ataque porque no se entienden, un pequeño muro que no pueden franquear por falta de escaleras o bombas de mano... El desastre es total y las perdidas humanas para los brigadistas son tremendas.  

La otra gran batalla se libra el 20 de enero de 1937.  La I Brigada Mixta republicana, al mando de Enrique Lister ataca de madrugada y toma por sorpresa el Cerro, incluso pillando en la cama al comandante de los nacionales, Ricardo Belda.  Hacen 400 prisioneros que son enviados rapidamente a Madrid para ser utilizados como arma propagandística. 
Pero el éxito es fugaz porque los mandos republicanos no se ponen de acuerdo en quién debe defender el Cerro y los nacionales contraatacan ese mismo día con experimentadas fuerzas marroquíes.  Los atacantes se han convertido rapidamente en defensores y su precipitación y falta de pericia hacen que se instalen mal las ametralladoras que resultan inutiles por disparar demasiado alto.  Los soldados moros aprovechan y apoyados por la artillería asaltan la cima del Cerro y hacen una carnicería entre los defensores.
Finalmente llegan los tanques T-26 soviéticos, y los aviones. Pero ya es tarde, el Cerro Rojo nunca volverá a estar en manos del Gobierno republicano. Desde allí se bombardeará incesantemente Madrid hasta el final de la guerra.



1 comentario:

  1. Anónimo10/01/2013

    mu bueno Che...como puedo contactar contigo..?
    elarcadeantonioyalfonso@yahoo.es

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